Por: Marileidis Veranes Mayet, Comunicadora de la AMPP Guamá
El primero de septiembre en Cuba, es sinónimo de alegría, algarabía, fiesta. Pero este 2020 ha sido atípico, un virus muy contagioso, se ha empeñado en que nuestros niños lleguen a las escuelas con sus caritas cubiertas de algo que ellos han comprendido que los protege.
Nuestros niños, adolescentes y jóvenes, estaban deseosos del reinicio del curso escolar, de continuar con su educación y aprendizaje, pero también deben estar conscientes de que todo cuidado es poco, que son tiempos de responsabilidades y aunque en nuestras instituciones docentes todos velamos por su salud, no pueden confiarse.
El papel que deben jugar los docentes y todo el personal de apoyo en los centros educacionales es fundamental. Las medidas tomadas por las autoridades sanitarias, han de cumplirse a cabalidad, así evitaremos que lo logrado hasta ahora no dé un paso atrás, por eso es necesario que, aunque lleguen a las aulas confiados en que no se contagiarán, se sientan seguros de que todos los custodiarán.
