Las plataformas digitales son hoy una herramienta útil para conectarse con amigos, compartir intereses y expresarse creativamente. Sin embargo, también pueden tener efectos negativos en el bienestar emocional y mental de las personas. El uso excesivo de las redes sociales puede llevar a problemas como la adicción, la falta de sueño, el aislamiento social y la disminución de la autoestima.

Los adolescentes a menudo se comparan con las imágenes y vidas “perfectas” que ven en las redes sociales, lo que puede generar sentimientos de inferioridad y ansiedad. Además, las redes facilitan el acoso cibernético y la propagación de información falsa.

Hay ejemplos de quienes han sido víctimas de bullying en línea, lo que puede tener graves consecuencias para la salud mental. Es importante que los adolescentes aprendan a utilizar las redes sociales de manera responsable y segura. Los padres y educadores también desempeñan un papel crucial al enseñarles sobre los riesgos asociados con el mal uso de las redes sociales y fomentar una práctica equilibrada.

Una comunicación abierta con su hijo sobre el uso de las redes sociales, y si es adolescente mucho más, le ayuda a mostrarle las consecuencias sobre los malos hábitos, los que pueden terminar, en el peor de los casos, en el robo de identidad.

Es importante enseñarles cómo usar las redes sociales de manera segura y seguir conectados en línea con los amigos. Pídale a su hijo o hija adolescente que le muestre su rutina regular cuando esté navegando las redes sociales: ¿Qué sitios visita regularmente y por cuánto tiempo? Debe conocer sus sitios y aplicaciones favoritas para comprender mejor los riesgos.

En la misma medida en que los adolescentes y jóvenes estén mejor informados, podrán hacer un mejor uso de las diferentes redes sociales.

(Fuente: Periódico Sierra Maestra)